Asociaciones de gais y lesbianas se manifiestan en la plaza de San Pedro
Asociaciones italianas de gais y lesbianas mostraron hoy su indignación frente a la plaza de San Pedro en el Vaticano ante la negativa de la Santa Sede a adherirse a la iniciativa francesa para la despenalización de la homosexualidad.
Los colectivos de homosexuales italianos reunieron con su convocatoria a cientos de homosexuales en la plaza Pío XII, situada frente a la basílica de San Pedro, y que marca la frontera con la Ciudad del Vaticano, ante la que han considerado una "grave posición" de la iglesia Católica. La manifestación sirvió a los líderes homosexuales para recordar que, con esta posición, el Vaticano apoya a 93 países en todo el mundo que consideran la homosexualidad un delito, y que en ocho de estos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Sudán, Yemen y Nigeria) está prevista incluso la pena de muerte.
Los manifestantes, muchos de ellos con sogas al cuello, encendieron antorchas para recordar a todas las personas que por sus inclinaciones sexuales viven perseguidas o incluso pierden la vida. Entre ellos se recordó como, en 2005, dos chicos iraníes de 16 y 18 años, que habían admitido que mantuvieron relaciones sexuales, fueron colgados en la plaza Edalat (plaza de la Justicia) en la ciudad de Mashhad, al nordeste de Irán.
La ex diputado transexual del partido Refundación Comunista, Vladimir Luxuria, que lideró la protesta, recordó que en los últimos años en Irán han sido ahorcados miles de personas por sus orientaciones políticas o sexuales, y mostró su estupor porque la iglesia Católica "pueda continuar y aceptar una situación de este tipo".
Para Luxuria, sería una gran ocasión que el papa Benedicto XVI recibiese a una delegación de homosexuales para discutir los problemas de este colectivo.
Los colectivos de homosexuales italianos reunieron con su convocatoria a cientos de homosexuales en la plaza Pío XII, situada frente a la basílica de San Pedro, y que marca la frontera con la Ciudad del Vaticano, ante la que han considerado una "grave posición" de la iglesia Católica. La manifestación sirvió a los líderes homosexuales para recordar que, con esta posición, el Vaticano apoya a 93 países en todo el mundo que consideran la homosexualidad un delito, y que en ocho de estos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Sudán, Yemen y Nigeria) está prevista incluso la pena de muerte.
Los manifestantes, muchos de ellos con sogas al cuello, encendieron antorchas para recordar a todas las personas que por sus inclinaciones sexuales viven perseguidas o incluso pierden la vida. Entre ellos se recordó como, en 2005, dos chicos iraníes de 16 y 18 años, que habían admitido que mantuvieron relaciones sexuales, fueron colgados en la plaza Edalat (plaza de la Justicia) en la ciudad de Mashhad, al nordeste de Irán.
La ex diputado transexual del partido Refundación Comunista, Vladimir Luxuria, que lideró la protesta, recordó que en los últimos años en Irán han sido ahorcados miles de personas por sus orientaciones políticas o sexuales, y mostró su estupor porque la iglesia Católica "pueda continuar y aceptar una situación de este tipo".
Para Luxuria, sería una gran ocasión que el papa Benedicto XVI recibiese a una delegación de homosexuales para discutir los problemas de este colectivo.
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