miércoles, 31 de diciembre de 2008

LUEGO LOS REPRESENTANTES D ELA IGLESIA PEDIRAN RESPETO


PSOE, IU y gays cargan contra la Misa de las Familias
Ni veinticuatro horas ha tardado el Partido Socialista en reaccionar a la multitudinaria misa que presidió el domingo el cardenal Antonio María Rouco Varela en la madrileña Plaza de Colón. Pese a tratarse de un acto eminentemente litúrgico en el que se celebró la festividad de la Sagrada Familia y en el que no hubo ninguna alusión o crítica hacia el Gobierno, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, recordó ayer a la Iglesia católica que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero es el que «más ha hecho» por la familia en los últimos años, al ofrecer ayudas económicas ante el nacimiento de un hijo, en el acceso a la vivienda o para el pago de la hipoteca. Paradójicamente es el que más ha hecho y no estaba en esa concentración, aseguró.
Tampoco parecen haber tenido una buena acogida entre las filas del PSOE los valores de la familia cristiana que cientos de miles de personas defendieron el domingo en esa ceremonia y que como bien recordó el cardenal Rouco el domingo, «no se imponen sino que se proponen». En este sentido, Pajín aseveró que «en este país los valores de la familia los sentimos todos los ciudadanos, aunque algunos no discriminen ningún tipo de unión familiar, sea cual sea su naturaleza».
Pajín también salió al paso de la dura denuncia del cardenal sobre la «terrible lacra del aborto», cuyas cifras aumentan considerablemente año tras año en España. Al respecto, la responsable socialista se limitó a aclarar que la discusión que se está desarrollando en el Congreso de los Diputados, a través de una subcomisión de expertos, «no consiste en penalizar o despenalizar esta práctica, sino en mejorar la ley actual».
«Miles opinan distinto»
Horas después, la secretaria general de Políticas de Igualdad, Isabel Martínez, recordó que «miles de personas opinan de manera diferente» a Rouco Varela y que, por ello, el Gobierno seguirá adelante con una nueva ley del aborto para «garantizar una mayor seguridad jurídica para las mujeres que deciden libremente interrumpir su embarazo».
En la misma línea se pronunció el coordinador general de IU, Cayo Lara, al asegurar que «existen otros modelos de familia igualmente válidos», que «no están tutelados por ninguna religión» y que «no se manifiestan» como lo hicieron los católicos el domingo.
«Abocados al fracaso»
No menos duras fueron las críticas de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Su presidente, Antonio Poveda, recordó a los obispos que tres de cada cuatro españoles apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que consideró que «los intentos de la jerarquía católica por defender un único modelo de familia están abocados al fracaso». El PP, en cambio, prefirió mantenerse al margen de la polémica y aseguró en boca de su coordinador de Política Económica, Cristóbal Montoro, que no hay que hacer «una valoración política» de la misa.
Ante las críticas, el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, aseguró ayer que «es difícil entrar en la cabeza de quien se molesta por esta celebración», cuyo objetivo ha sido «poner de relieve una vez más que la preocupación de la familia y la alegría de vivir en familia es algo propio de la Iglesia y la Iglesia siempre lo ha promovido». «No hay que esperar a que se extinga para promoverla», insistió.

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