miércoles, 17 de diciembre de 2008

La opinion de este SR. No tengo por que dudarla, pero la pongo en cuarentena


El nuevo obispo, Jesús Catalá, ofreció ayer su primera comparecencia pública, y pese a los estereotipos que se le atribuyen, se mostró cercano · "Yo he venido sin prejuicios. Vengan u"No hay temas tabúes, conmigo no los hay". El nuevo obispo de Málaga, Jesús Catalá Ibáñez, parece que llega sin pelos en la lengua y, contra los estereotipos que se le atribuyen por su labor al frente de la Diócesis de Alcalá de Henares, ayer se mostró cercano y con ganas de conocer a los fieles malagueños, durante la primera comparecencia pública de su episcopado, tras la toma de posesión del sábado y la visita oficial a la Basílica de la Victoria, el domingo. En su encuentro con los periodistas, que se prolongó durante una hora, no esquivó ninguna pregunta y habló de numerosos temas, algunos conflictivos como la homosexualidad. "Mi fama la ha puesto un periódico. Compruébenlo ustedes mismos. Yo he venido sin prejuicios. Vengan ustedes a mí sin prejuicios", dijo el obispo.En su momento, fueron polémicas las declaraciones que Catalá realizó sobre la homosexualidad, un colectivo que sin dudas también forma parte de la iglesia malagueña y con quien el nuevo purpurado tendrá que convivir. Ayer les mandó un mensaje. "Los respeto con todo cariño y acepto lo que dice la Iglesia sobre ellos, a las personas. Otras cosas son problemas de otro tipo, que no son el momento para hablar de ello. Si alguien ha dicho de mí que he maltratado a los homosexuales o que he hablado mal de ellos… eso se lo preguntan ustedes al periódico que ha dicho eso porque manipuló las informaciones que yo en un momento determinado di. Como si ustedes mañana dicen en sus periódicos que yo he dicho que estoy en contra de los homosexuales, mentirán. Los respeto como personas. Otra cosa es el criterio moral de eso", explicó Catalá. Fue el momento más tenso de su rueda de prensa de ayer.Por lo demás, el encuentro con el nuevo obispo fue distendido y ameno. Jesús Catalá, que estuvo acompañado de los sacerdotes Alfonso Fernández-Casamayor (vicario general) y Rafael Pérez (responsable de medios de comunicación), se mostró amigable y no dudó en contar algunas intimidades personales. Incluso en la parte más comprometida de su intervención, no evidenció nervios algunos. Igual que en la homilía de la toma de posesión, su locución fue pausada y sin aspavientos. Todo un orador. También su currículo le anuncia como un gran teólogo. Sobre el tema de la homosexualidad recomendó leer a San Pablo, que, según dice, refleja la valoración moral sobre la sexualidad que hace Jesucristo al respecto.Como muestra de sus deseos de llegar a todos los fieles de la Iglesia malagueña, Catalá anunció una apretada agenda en su primera semana como obispo malacitano. Así, en los próximos días visitará un hospital, un geriátrico, un centro penitenciario y un monasterio. "Todo esto lo voy a hacer en esta semana para encontrarme con toda esta gente que no ha podido venir a encontrarse conmigo", explicó el prelado.Sobre los planes pastorales que llevará a cabo en la Diócesis de Málaga, el nuevo obispo no anunció grandes cambios y valoró los que hay en marcha. "No he querido venir con proyectos porque sería deformar la realidad. Vengo abierto a conocer lo que hay. Haría mal si viniera con unos esquemas mentales de cómo he trabajado en Alcalá o en Valencia y querer aplicarlos a Málaga siendo esta una realidad distinta. No soy un político y no tengo un plan como tienen los partidos", arguyó. Si algo parece tener claro este obispo es que "cada diócesis tiene su idiosincrasia y peculiaridades" y es lo que dice que tratará de definir, después sí podrá marcar un rumbo personal para la Iglesia malagueña.stedes a mí sin prejuicios", dijo

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