Un juez en el banquillo por dudar de la idoneidad de dos lesbianas para adoptar
Ferrín Calamita: "Siempre velé por el interés de la menor"
El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia está juzgando al exmagistrado de Familia Fernando Ferrín Calamita por el presunto retardo malicioso de la adopción de una niña solicitada por una mujer lesbiana, pareja de la madre de la menor.
Ferrín Calamita pidió a la Dirección General de Familia una ampliación de información, ante las resoluciones contradictorias de los primeros informes, en los que se llegaba a calificar de “cobayas humanas” a los niños adoptados por parejas homosexuales. Con las primeras opiniones de los psicólogos de la Dirección, el juez dudó si la condición homosexual de las adoptantes resultaría contraindicado para la niña.
Por eso, formuló nuevos interrogantes, sobre los “incidentes que para el desarrollo armónico de la menor pueda tener la falta de la figura paterna y la tenencia por el contrario de dos figuras maternas”, la relevancia o no “desde el punto de vista de la supremacía del interés del menor de que los progenitores biológico o adoptivo con quienes aquel diariamente convive sean o no del mismo sexo”, “la probabilidad por ejemplo de que sea homosexual, imitando el patrón que ha vivido en casa en sus años fundamentales para la formación de su personalidad” o sobre si el menor tiene derecho a “ser insertado en una familia ‘normal’ compuesta por dos personas de distinto sexo y que por ello son complementarias entre sí, lo que no ocurre en el caso contrario”.
Varios técnicos han manifestado durante el juicio que contestar a algunas de estas preguntas les suponía un “conflicto ético”. Ferrín Calamita ha declarado: “siempre velé por el interés de la menor”.
Podría ser retirado de la carrera judicial
El hecho es que la duda obligó al juez a alargar el proceso de adopción, y le ha llevado ahora al banquillo e incluso a jugarse la toga, ya que si es declarado culpable será retirado de la carrera judicial. El fiscal solicita para él 18 años de inhabilitación y multa por un delito de prevaricación. Ferrín Calamita está suspendido de empleo y sueldo desde febrero.
El Consejo General del Poder Judicial abrió dos expedientes disciplinarios en el año 2007 a Ferrín Calamita, que afirmó entonces sentirse “indefenso”. Primero fue expedientado por retirar la custodia de dos menores a su madre, en un proceso de divorcio, por el supuesto lesbianismo de la mujer, y otorgársela al padre, y después, por el caso que se juzga ahora.
El magistrado alegó entonces que su función era comprobar la idoneidad de las adoptantes y aseguró que “en los expedientes de protección de menores estoy harto de ver las consecuencias que la falta de figura paterna puede tener en un menor”. “No es igual ser educado y crecer con tus padres que con dos ‘mamás’ o dos ‘papás’ -agregó entonces-. Una ley no puede ir en perjuicio de los menores”.
El Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia está juzgando al exmagistrado de Familia Fernando Ferrín Calamita por el presunto retardo malicioso de la adopción de una niña solicitada por una mujer lesbiana, pareja de la madre de la menor.
Ferrín Calamita pidió a la Dirección General de Familia una ampliación de información, ante las resoluciones contradictorias de los primeros informes, en los que se llegaba a calificar de “cobayas humanas” a los niños adoptados por parejas homosexuales. Con las primeras opiniones de los psicólogos de la Dirección, el juez dudó si la condición homosexual de las adoptantes resultaría contraindicado para la niña.
Por eso, formuló nuevos interrogantes, sobre los “incidentes que para el desarrollo armónico de la menor pueda tener la falta de la figura paterna y la tenencia por el contrario de dos figuras maternas”, la relevancia o no “desde el punto de vista de la supremacía del interés del menor de que los progenitores biológico o adoptivo con quienes aquel diariamente convive sean o no del mismo sexo”, “la probabilidad por ejemplo de que sea homosexual, imitando el patrón que ha vivido en casa en sus años fundamentales para la formación de su personalidad” o sobre si el menor tiene derecho a “ser insertado en una familia ‘normal’ compuesta por dos personas de distinto sexo y que por ello son complementarias entre sí, lo que no ocurre en el caso contrario”.
Varios técnicos han manifestado durante el juicio que contestar a algunas de estas preguntas les suponía un “conflicto ético”. Ferrín Calamita ha declarado: “siempre velé por el interés de la menor”.
Podría ser retirado de la carrera judicial
El hecho es que la duda obligó al juez a alargar el proceso de adopción, y le ha llevado ahora al banquillo e incluso a jugarse la toga, ya que si es declarado culpable será retirado de la carrera judicial. El fiscal solicita para él 18 años de inhabilitación y multa por un delito de prevaricación. Ferrín Calamita está suspendido de empleo y sueldo desde febrero.
El Consejo General del Poder Judicial abrió dos expedientes disciplinarios en el año 2007 a Ferrín Calamita, que afirmó entonces sentirse “indefenso”. Primero fue expedientado por retirar la custodia de dos menores a su madre, en un proceso de divorcio, por el supuesto lesbianismo de la mujer, y otorgársela al padre, y después, por el caso que se juzga ahora.
El magistrado alegó entonces que su función era comprobar la idoneidad de las adoptantes y aseguró que “en los expedientes de protección de menores estoy harto de ver las consecuencias que la falta de figura paterna puede tener en un menor”. “No es igual ser educado y crecer con tus padres que con dos ‘mamás’ o dos ‘papás’ -agregó entonces-. Una ley no puede ir en perjuicio de los menores”.
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